Primera campaña del Consejo Publicitario sobre los efectos perniciosos de la drogadicción, un problema que aflige al mundo y que ya hace rato que dejó de sernos extraño. La apelación de nuestra campaña era “Destruyamos la droga, en familia”, enfatizando la importancia del entorno familiar para ayudar a la juventud a no incursionar en el destructor mundo de la droga.